Los interesados en obtener la habilitación para sus locales recreativos, deberán conseguir una autorización otorgada por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES) y un permiso de la municipalidad local. Una vez obtenidos los dos documentos, la comuna deberá elevar una solicitud al Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Salud, que es el que evaluará la situación epidemiológica de la región en que se encuentra el espacio de veraneo y decidirá, finalmente, si se habilita al público.
La resolución ministerial establece claramente que todas estas solicitudes se podrán hacer a partir del 16 de este mes. Además, muchos departamentos registran un aumento considerable de casos, por lo que tal vez no sea este un buen momento para disfrutar del turismo interno en alguna de esas regiones y la espera por habilitaciones se prolongue durante un tiempo más.
Las reaperturas serán acompañadas con un estricto control de parte de las instituciones de sanitarias, comunales y ambientales, implementando el Protocolo para ingreso de visitantes en balnearios y playas, que fue aprobado el año pasado para las playas de Encarnación y que ya se encuentra en vigencia en los pocos lugares habilitados para bañistas. El documento habla de la desinfección y limpieza constante de los locales, el acceso a materiales de desinfección de uso personal, control de síntomas y el registro de los visitantes, entre otras disposiciones.
No existe evidencia de que el COVID-19 se propague a través del agua, pero sí existe la preocupación de que las nuevas habilitaciones representen un repunte de los contagios, luego del récord que se registró en diciembre pasado y tras el “relajo” de las fiestas. Los cuidados básicos como lavado de manos constante, uso de mascarillas y distanciamiento físico seguirán siendo la pauta con el ciclo que viene. Es importante que, ahora que las medidas se van flexibilizando nuevamente, cumplamos con los protocolos sanitarios que probaron ser efectivos.
