Esta versión musical en animación stop motion nos habla de la historia del carpintero Gepetto, quien luego de una horrible tragedia vive completamente solo y aislado en la Italia de la década de 1930, mientras el fascismo va creciendo a su alrededor. Cansado de esta situación, decide cambiarlo él mismo y crear a un hijo de madera que llamará Pinocho. Una noche gracias a un poco de magia el muñeco de madera cobra vida y cumple todos los sueños de Gepetto de tener un pequeño hijo. Sin embargo, Pinocho no es como el carpintero espera, en vez de ser obediente y tranquilo, el niño adora la diversión y las travesuras. Pinocho está harto de no ser lo que su padre desea, así que se marcha a vivir aventuras, pero pronto se dará cuenta de que ha ido demasiado lejos.
Está animación fantástica con musical y toque dramático se destaca principalmente por las voces utilizadas, teniendo a nombres como Ewan McGregor, David Bradley, Gregory Mann, Finn Wolfhard, Cate Blanchett, John Turturro, Ron Perlman, Tim Blake Nelson, Burn Gorman, Christoph Waltz y Tilda Swinton entre otros, quienes realizan un trabajo formidable.
La mmúsica del premiado Alexandre Desplat y la ffotografía de aanimación de Frank Passingham transmiten con vigor imágenes que resultan innegable y al igual que su protagonista, la cinta queda como una pequeña y extraña criatura digna de amor y asombro. La película algo complaciente, está repleta de excelentes ideas visuales.
El guion adaptado de Guillermo del Toro, lleva la idea del Pinocho animado en el fascismo lleva a una historia que deambula entre el drama, la fantasía y algún toque de comedia negra, con especial preponderancia del musical y extrañas decisiones en su diseño de personajes pero que resultan conmovedoras.
La dirección de Del Toro aun con el espesor habitual del estilo de él, se encuadra bien dentro del marco del cine familiar e impresionan las fusiones y confusiones estéticas encontrando un equilibrio para espectadores de todas las edades sin abandonar los momentos más macabros de la historia, ni tampoco la crítica política. la película es una reinvención triunfal.
“Pinocho de Guillermo del Toro”, es una bellísima joya artesana de animación, una obra de filigrana emotiva y encantadora que transporta al adulto de vuelta a esa capacidad infantil de fascinación y encantamiento. Además de ser una alegoría sobre padres imperfectos e hijos imperfectos representando un montón de creaciones originales que son efectivas, potentes y brillantes.