Osmar Quiñónez, director ejecutivo de Piensa, cuenta que las ganas de estudiar, enseñar y aprender vienen de familia, ya que recibió el incentivo de su mamá Emilce Vázquez y su tía, Mirian Vázquez de Oviedo, ambas docentes.
“Fue mi tía la que me ayudó a integrar espacios de aprendizaje de calidad a través de las Olimpiadas de Matemática, donde conocí a gente fabulosa. Sin embargo, estos espacios se daban únicamente en la capital, por lo que yo tenía que viajar todos los fines de semana, ida y vuelta para participar, esto no hubiese sido posible sin la ayuda de familiares y amigos. Formé parte del primer equipo académico que descentralizó estos talleres, como profesor, los trajimos a Ciudad del Este, los chicos y chicas que participaron de estos espacios sin dudas multiplicaron sus oportunidades, hoy son ingenieros, matemáticos, médicos, graduados en universidades de prestigio nacional e internacional”, cuenta orgulloso.
La falta de espacios de aprendizaje más dinámicos y diferentes a los de enseñanza tradicional fuera de la capital del país, motivó a Osmar y sus amigos a crear Piensa. “Con la ayuda de estos amigos, a los que considero brillantes, iniciaron las primeras actividades de Piensa, a finales del 2016. Hoy mirando un poco atrás, muchísimo se construyó luego de ese puntapié inicial, la esencia se mantiene”, afirma.
Piensa es un emprendimiento educativo mediante el cual se imparten talleres de robótica, matemáticas y programación a niños, niñas y adolescentes. Los participantes se inscriben de manera individual o acceden también a través de contratos firmados con algunos colegios privados, de modo que los contenidos son incorporados a su malla curricular.
La dirección está a cargo de Osmar y su hermano Guido Quiñónez, docente con experiencia en robótica educativa, profesor hace 7 años y tutor de equipos campeones en competencias nacionales e internacionales.
“Las estrellas de nuestro equipo, sin dudas, son los profesores, jóvenes brillantes, apasionados por enseñar, con galardones nacionales e internacionales en competencias científicas y tecnológicas”, cuenta el director de Piensa.
El emprendimiento tiene un gran plantel de jóvenes talentosos y formados en sus respectivas áreas de enseñanza. Los profesores de Robótica son: Elías Agüero, Tania Estigarribia y Emilio Fariña, todos de Ciudad del Este. Enseñan matemática: Fernando Villaalta, Rodrigo Schliiter, Junior Sosa, Marcos Sosa, Elvis Agüero, también todos de Ciudad del Este. Además, están Roberto Sánchez y Sol Barrail que actualmente viven en Asunción. Suman Diego Marecos, que estudia en Taiwán y Alma Ocampos que está estudiando en EEUU. En el equipo de programación están Stefanie Delgadillo, Junior Sosa y Mara Sánchez, todos de Ciudad del Este.
Piensa también tiene un equipo creativo integrado por Lucas Ovelar y Lorena Giménez, creadores de contenido en imágenes y audiovisual para transmitir la propuesta educativa. En la asistencia administrativa y comercial están Eliane Ávalos y Yenny Gimenez, encargadas del contacto humano y cercano con la comunidad de padres. “El equipo promedia 21 años de edad, estamos muy orgullosos de eso”, comenta Osmar.
Objetivos a corto y largo plazo
“A corto plazo queremos enfocarnos en conseguir recursos para crear una plataforma que nos permita tener mejor infraestructura tecnológica para dar soporte al gran trabajo académico, donde podamos generar y gestionar datos de calidad para mejorar la personalización, para tomar mejores decisiones y facilitar la administración. A largo plazo tenemos el objetivo de que nuestros espacios de aprendizaje transciendan las fronteras de Paraguay, y lleguen a más países de América Latina”, explica el director.
Piensa fue uno de los cinco emprendimientos finalistas de la competencia nacional para la Copa Mundial de Emprendedores. “Sin dudas fue una experiencia enriquecedora, ver y escuchar la forma en que otros emprendedores transmiten sus ideas nos muestra otras perspectivas, otros enfoques, y esto es importante, porque es una oportunidad para mejorar la comunicación de lo que hacemos. (…) También este certamen motivó a todo el equipo a participar de otras competencias futuras, apoyándonos todos, creo que ese efecto colectivo fue muy positivo”, expresa.
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La enseñanza de la ciencia en este contexto de pandemia
Para el director de Piensa, la enseñanza de la ciencia en este contexto de pandemia que canceló las clases presenciales y obligó a docentes y estudiantes a transitar la virtualidad, genera preocupaciones pero también oportunidades.
“Vemos que ahora mismo está peor que antes. Sin embargo, la innovación, el cambio, no se pueden dar sin capacidad colectiva y sistémica. Creemos que la educación formal en general tiene una inercia enorme para cualquier cambio, el contexto de pandemia propició un escenario de cambio inevitable y brusco, a pesar de que las consecuencias a corto plazo sean malas o incluso peores que antes, dentro de la realidad, que hay que aceptarla, vemos con buenos ojos el gran ejercicio que se hizo con todo esto, porque se genera capacidad forzosamente y esa capacidad puede ser canalizada si se gestiona bien, canalizada hacia cambios que apalanquen todo el sistema educativo”, analiza.
Y finaliza: “Por otro lado, esta canalización requiere de infraestructura, y eso requiere que se adecuen las prioridades. Entonces dentro de todo lo negativo, actualmente, vemos una oportunidad para el futuro, ojalá que nuestras autoridades también lo vean así”.
