Ciudad del Este, en un hecho que parece sacado de una película de suspenso y crimen, ha sido escenario de uno de los robos más audaces de los últimos tiempos en territorio paraguayo. En el corazón del microcentro, un grupo de delincuentes logró llevar a cabo un asalto que ha dejado a más de 150 cambistas sin sumas millonarias, estimándose un botín que supera los dos millones de dólares. El método: un túnel cavado con precisión quirúrgica hacia la bóveda de la Asociación de Trabajadores Cambistas (ATC), demostrando que la realidad puede superar a la ficción.
Los hechos se desvelaron en la mañana del lunes, cuando los cambistas, intentando iniciar su jornada laboral, se encontraron con la desoladora escena de sus cajas fuertes forzadas y vacías.
La sorpresa fue aún mayor al descubrirse que los ladrones habían construido un túnel que desembocaba directamente en la bóveda de la ATC, ubicada en una de las zonas más transitadas de Ciudad del Este, en la intersección de la Avenida Monseñor Rodríguez y Boquerón.
La operación no solo demostró una planificación detallada, sino también una audacia sin precedentes.
El presidente de la ATC, Walter Fernández, señaló que los delincuentes aprovecharon la celebración del patrono San Blas para llevar a cabo su plan, suponiendo que el estruendo de los fuegos artificiales cubriría cualquier ruido provocado por la explosión necesaria para acceder a la bóveda.
Los delincuentes dejaron poco a la imaginación en cuanto a precauciones se refiere, utilizando sensores antisísmicos y cajas de huevos para insonorizar y evitar cualquier detección temprana de su presencia.
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La policía, pese a contar con vigilancia nocturna dentro del local, no percibió actividad alguna fuera de lo común.
La pérdida, devastadora para los más de 100 asociados afectados, algunos de los cuales reportaron la desaparición de hasta G. 400 millones, ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad incluso en lo que debería ser uno de los lugares más seguros para los trabajadores del sector. Extraoficialmente se habla de una cifra que podría superar los US $2.000.000.
La magnitud del robo ha llamado la atención no solo de las autoridades paraguayas sino también de las de países vecinos, dada la posibilidad de que los responsables hayan cruzado fronteras para evadir la captura.
Agentes de la Policía Federal del Brasil se sumaron a la investigación, de tal forma en colaborar con seguir el rastro de los delincuentes y del dinero robado.
Su trabajo no tardó en dar frutos, ya que hallaron un detonador de explosivos en el túnel usado por los criminales, lo que llevó a suspender una inspección de la policía paraguaya por motivos de seguridad, ante el riesgo de una explosión planificada por los delincuentes.
El hallazgo de un posible dispositivo explosivo dentro del túnel ha añadido tensión a la ya complicada tarea de inspección y ha requerido la intervención de la Fuerza de Operaciones Policiales Especiales para su retirada, evidenciando los extremos a los que los ladrones estuvieron dispuestos a llegar.
Varios medios han descrito este incidente como “el robo del siglo”, un evento que también parece sellar el destino de la Asociación de Cambistas. Los propios miembros afectados sostienen que no existe una solución viable a corto o medio plazo para recuperarse del enorme perjuicio económico sufrido.
Un miembro perjudicado reveló que cada socio contribuía mensualmente con una cantidad fija para sufragar los costos asociados a la seguridad de la bóveda. No obstante, el impacto devastador de este robo ha sido catastrófico.
“Nos enfrentamos al colapso de una asociación con 48 años de historia. Parece ser el fin, ya que era la bóveda la que representaba el vínculo entre todos nosotros”, expresó con suma tristeza uno de los cambistas.
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Especulaciones y teorías
Mientras la policía trabaja contrarreloj, no faltan las especulaciones sobre la posible complicidad interna. La precisión del golpe sugiere un conocimiento detallado de la bóveda y sus mecanismos de seguridad, alimentando teorías de que los delincuentes pudieron haber contado con ayuda desde dentro.
Asimismo, agentes de la Policía Nacional han señalado al notorio grupo delictivo brasileño, Primer Comando Capital (PCC), como posible implicado en este audaz robo millonario. Para verificar esta teoría, recibirán colaboración de las autoridades del país vecino.
Este robo ha puesto en jaque a las autoridades, desafiadas a resolver un crimen que, por su osadía y complejidad, quedará grabado en la memoria colectiva de la ciudad y del país. La comunidad espera respuestas y, sobre todo, justicia para los cientos de afectados por este audaz golpe bajo tierra.
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