Entre 1983 y 1985, Etiopía fue golpeada por una hambruna sin precedentes. Afectó a casi 8 millones de personas y terminó con un saldo de entre 300.000 y y 1.200.000 muertos según distintas estimaciones, dejando alrededor de 200.000 niños huérfanos. Imágenes de la tragedia humana fueron exhibidas en 1984 por la BBC y causaron gran impacto en el Reino Unido; el periodista Michael Buerk lo describió como “una hambruna bíblica en pleno siglo 20” y “lo más cercano al infierno en la tierra”.
El músico y activista Bob Geldof vio el reportaje, y junto a Midge Ure (cantante de Ultravox) compusieron “Do They Know It’s Christmas?” con la intención de recaudar fondos para Etiopía. El single terminó juntando más de 8 millones de libras y desencadenó en la idea de armar un ambicioso doble festival. Live Aid se realizó en simultáneo el 13 de julio en el estadio Wembley en Londres y, al otro lado del océano, en el John F. Kennedy Stadium en Philadelphia, Estados Unidos.
La grilla presentada fue bestial: estuvieron Elton John, The Who, Dire Straits, Queen, Phil Collins, Mick Jagger, David Bowie, The Beach Boys, Madonna, Neil Young, Eric Clapton y muchos otros. Led Zeppelin se reunió exclusivamente para la ocasión (aunque su performance no estuvo entre las mejores). Phil Collins tocó ¡en los 2 conciertos! Primero estuvo en Wembley, luego viajó en un concorde de Londres a Nueva York y de ahí en helicóptero a Philadelphia. La performance de Queen hasta ahora es muy recordada y el momento en donde Freddie Mercury interactúa con el público quedó conocido como “la nota oída alrededor del mundo”, ya que se estima que 1.9 mil millones de personas vieron la cobertura en vivo del festival: alrededor del 40% de la población mundial.
Live Aid Presidente Stroessner
Movidos por la intención solidaria de Live Aid, en distintas partes del mundo se grabaron igualmente singles benéficos con artistas locales y también se realizaron réplicas no oficiales del festival, algunas el mismo día, otras antes o después, en países tan dispares como la Unión Soviética, Yugoslavia, Japón, Austria, Australia y Alemania Occidental. A esta lista se le sumó Paraguay, que en la década de los 80 todavía tenía una escena rock y pop muy incipiente, más aún en el este del país; sin embargo, la iniciativa de un grupo de amigos junto con un puñado de jóvenes bandas locales lo hicieron posible. Así se realizó Live Aid en la entonces llamada Ciudad Presidente Stroessner, hoy Ciudad del Este.
“Se hizo en la Delegación de Gobierno (ahora Gobernación de Alto Paraná) y estuvimos varias bandas de rock, entre ellas Fruto Maduro y un grupo de Hernandarias que se llamaba Sin Tiempo” recuerda Fulvio Rojas, cantante, guitarrista y compositor de Fruto Maduro. “La organización estuvo a cargo de Iván Parquet junto con algunos amigos”.
Fruto Maduro se formó en 1983 y son considerados los fundadores del rock esteño, ya que fueron la primera banda en CDE en dejar temas propios. Estaban influenciados por grupos como Rolling Stones, Deep Purple y Led Zeppelin. “En ese entonces, se veía como algo muy osado proponer un tema propio en una ronda de peña o actuando en un escenario”, cuenta Fulvio. “Desconfiaban que uno fuera capaz de componer algo tan bueno como lo que se hacía en el exterior”. En su primera encarnación, que fue del 83 al 92, dejaron su huella en varios festivales y algunos registros en vivo.
El grupo Sin Tiempo, por su parte, fue una banda fundada también en la década de los 80 en la ciudad de Hernandarias. Liderada por el vocalista Merardo Romero, tenía un estilo mucho más bailable, influenciado por la música latina y la cumbia. Su grabación más popular fue la canción “Danza Latina”, de 1993.
El legado del Live Aid alrededor del mundo
Si bien ya se habían organizado distintos eventos benéficos similares en las décadas del 70 y 80, como el Concierto para Bangladesh (1971), el Music For Unicef (1979) y los Conciertos para el pueblo de Kampuchea (1979), el tamaño y el alcance de Live Aid fueron de una proporción muy distinta, y su impacto trascendió mucho más allá de la esfera artística y musical.
Live Aid tampoco estuvo exento de polémica. Los fondos fueron direccionados directamente al gobierno de Etiopía, a quienes se les atribuía responsabilidad directa por la hambruna. Incluso existe evidencia de que parte del dinero donado fue utilizado para comprar armas a la Unión Soviética, agravando aún más la situación del país. Asimismo, se criticó la casi nula participación de artistas afrodescendientes tratándose de un show por África (con unas pocas excepciones, como Tina Turner).
No obstante, abundaron los comentarios positivos: un trabajador solidario afirmó que, gracias a la enorme difusión que el festival dio a los problemas en Etiopía y en otros países, la ayuda humanitaria se fue volviendo un elemento central en la política exterior de los gobiernos occidentales. En un mundo globalizado y con amplios recursos mediáticos, ya no se podía mirar a otro lado ante los problemas humanos básicos enfrentados en otra parte del mundo: el impacto fue mundial: De Estados Unidos a Australia, pasando por Paraguay, Inglaterra y Japón.