Las obras de restauración arquitectónica de la Estación del Tren de Pirayú, en el departamento de Paraguarí, ofrecen una propuesta turística. Los lugareños, con la recuperación de la emblemática estación con dos torres, buscan un desarrollo económico y cultural de la zona.
El Consorcio ICATEC fue el encargado del arduo trabajo de cinco meses, conformado por ICASA, CAEM y Tecnicom, con una inversión de G$ 1.359.338.682 para las obras edilicias y el montaje del museo del ferrocarril.
La recuperación y restauración de estuvo enmarcada en el “Programa de Preservación y Puesta en Valor de Sitios Históricos”, abarca tanto el Proyecto y Obra de Restauración Arquitectónica del edificio de la Estación Ferroviaria de Pirayú, como el Proyecto y Montaje del “Museo del Sitio del Tren”. Esta restauración integra uno de los 5 componentes que forman parte del Plan de Gestión Ambiental y Social del Programa Nacional de Caminos Rurales, de la Dirección de Caminos Vecinales del del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
Esta licitación fue adjudicada por G. 3.028.999.094 e incluye otros componentes y proyectos que son financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El “Programa de Preservación y Puesta en Valor de Sitios Históticos” cubre obras y proyectos de restauración de edificios Estación de tren de Pirayú, como el proyecto y montaje del “Museo del Sitio del Tren”.
Estas obras de restauración del edificio en la estación de Pirayú y la ejecución de estas obras fue realizada y cuidadosamente diseñada por la arquitecta Bettina Bray, quien tiene un Master en Restauración Arquitectónica mientras que el proyecto de museología, museografía; el diseño y montaje del estuvo a cargo del Arq. Osvaldo Salerno.
En cuanto a la restauración, se llevaron a cabo tres etapas correspondientes, a saber, el protocolo de intervención, desarrollo del proyecto de restauración y la intervención propiamente dicha.
El primer balance indicaba que el edificio no tiene mayores problemas estructurales. Sin embargo, si se observaban grietas en las paredes, desprendimiento de la capa de pintura y mucha humedad en las paredes, parte del techo de la estación estaba dañada por termitas lo que llevó a reemplazar algunas piezas de maderamen, pero en la mayoría de los casos, toda la estructura del techo que tenía en el momento de la intervención se mantuvo sin cambios. Se ha quitado toda la madera y los azulejos, fueron limpiados cuidadosamente a mano con productos químicos especiales, diseñados para diluir las huellas del tiempo, todo lo cual debe realizar sin destruir el patrimonio.
El recorrido por la estación de Pirayú es un fascinante recorrido histórico que no solo revela el recorrido de la ciudad, sino que también revela el recuerdo de las venas de hierro a lo largo del ferrocarril que son fueron vitales para el país. La estación del museo está ahora a la espera a ser redescubierta. Hay una vieja locomotora estacionada frente a la estación, tal vez esperando el momento para volver a ponerse sobre los rieles.
Históricamente esta vía férrea comunicaba a la estación de Pirayú con la de Guazú Virá (Ypacaraí) y luego con la de Cerro León (actualmente destruida). La estación de tren de Pirayú también poseía una utilidad estratégica ya que fue una de las principales vías de traslado de tropas durante la Triple Alianza hasta la Estación de Cerro León, la misma también era utilizada por los soldados para comprobar si el enemigo se acercaba.
En el año 1864 la dirección de obras fue llevada a cabo por Alonso Taylor y con la colaboración de Benigno Abesada. Además, también trabajó en la construcción Elizardo Aquino, jefe militar y experto técnico constructor y que años más tarde durante la Guerra de la Triple Alianza lograría alcanzar el rango de General.
También se trata de una de las estaciones que arquitectónicamente se diferencia radicalmente con respecto a las demás del interior del país, puesto que fue la única que tenía dos torres. Se aprovechaba la altura de las mismas para ser utilizadas como torres vigías para observar todo el valle circundante y las cordilleras; pero que no solo daba una utilidad estratégica sino una belleza diferente y única.
