La película tiene como protagonista a la Teniente Leticia Loizaga (Lucía Maciel), cuyo hermano es un joven científico (José Morán) que descubre la cura del cáncer en un laboratorio farmacéutico de Ciudad del Este. El investigador decide probar el medicamento derivado de una hierba en su padre, quien se encuentra en estado terminal. Roba la fórmula, hecho que es descubierto por sus patrones quienes deciden acabar con su vida. Lo secuestran y su hermana militar, asume la misión de rescatarlo. Hasta ahí, una breve sinopsis.
Este largometraje refleja que su director Héctor Rodríguez, aprendió poco o nada de las duras críticas que recibió su primera película “Gritos del Monday” estrenada en 2016. Se notan las buenas intenciones: visibilizar Ciudad del Este en la pantalla gigante con escenas filmadas en el centro comercial y tomas aéreas del Puente de la Amistad, también hay un intento de cuestionar los roles de género a través de una personaje femenina en un espacio históricamente masculino como las Fuerzas Militares. Sin embargo, la trama no se transmite con claridad, hay escenas contradictorias y varias sin sentido.
Muchas escenas se filman en la Tercera División de Infantería de Ciudad del Este y según expresó el propio director de la película a un medio de prensa nacional, con esta producción buscan promover el Servicio Militar Obligatorio. Autoridades militares de Alto Paraná como el comandante Rubén Ortega actúan en la película y XIIX Studios recibió apoyo de las Fuerzas Armadas para el rodaje.
Narrativa confusa de una ficción que da risa (Alerta Spoiler)
En todo momento la película tiene una narrativa en tono dramático con personajes serios, que no sonríen y enfrentan dificultades. La teniente Loizaga es presentada como una militar irreverente y conflictiva, pero sólo en el relato de sus superiores, porque en la práctica, su temperamento es amable y hasta pedagógico con los militares que se sublevan o le hacen comentarios machistas.
Por otro lado, el hermano de la militar es un joven científico que trabaja en un laboratorio farmacéutico de Ciudad del Este donde descubre la cura contra el cáncer. ¿En serio? ¿Descubrir la cura contra el cáncer en un país atrasadísimo en investigación científica?
En ningún momento de la película se menciona el nombre de la hierba de la cual deriva el antídoto contra la enfermedad. Tampoco se explica la envergadura del laboratorio farmacéutico, simplemente se lo conecta con mafiosos de nacionalidad brasileña. ¿Por qué? No hay porqué.
Las Fuerzas Militares son presentadas como muy patrióticas y abnegadas al servicio. Muy eficientes también para rescatar personas secuestradas, ya que logran rescatar con vida al joven científico.
¿Cómo reivindicar las fuerzas armadas en un país cuyo Estado ya gastó 128 millones de dólares en la Fuerza de Tarea Conjunta, que hasta la fecha no capturó a todos los miembros del EPP? Un exvicepresidente de la República sigue secuestrado y dos niñas fueron asesinadas en un operativo militar. La película resulta hasta ofensiva para espectadores con un ápice de memoria.
La teniente Loizaga reflexiona durante toda la película sobre la importancia del patriotismo, la abnegación y la lucha contra la inseguridad en el país. ¿Acaso la seguridad interna no es rol de la Policía Nacional? En conclusión: La película es una representación distorsionada y hasta peligrosa de actores claves en esa “corrupción” e “inseguridad” que pretenden cuestionar y visibilizar.
Ficha técnica
Título de la película: Ka’avo
Duración: 85 minutos.
Género: Acción.
Dirección: Héctor Rodríguez
Producción: XIIX Studios
Dirección de Fotografía: José Noguera.
Dirección de Sonido: Germán Acevedo.
Dirección de Arte: Marlene Aguilera.
Maquillaje y Caracterización: Blackchic de Nathalia Aquino.
Actuación: Lucía Maciel, José Morán, Raúl Rodríguez, Víctor Rejalaga, Fabián Aguilera, Junior Aguilera, Otoniel Armoa, Marcos Balmori, Luis Osorio, Rubén Ortega, Rodrigo Candia, Raúl Talavera, Rubén Espínola.
Distribuye: Mediagroup.