InicioCulturaJuan Ramón Vera: Historia de un incasable trabajador cultural

Juan Ramón Vera: Historia de un incasable trabajador cultural

Desde temprana edad, Juan Ramón Vera se encontró ya con la responsabilidad de ser cabeza de familia: a los 17 años su padre falleció, y siendo aún adolescente le tocó ocupar su lugar. “Nosotros en mi casa siempre tuvimos una despensa, desde niño mi familia se dedicó a eso. Y cuando tenía 17 falleció mi papá, y ahí yo le reemplacé. Iba a Foz de Yguazú a traer mercaderías con mi mamá, salíamos de madrugada, tipo a las 3, 4 de la mañana. Comprábamos mercaderías y luego vendíamos en la despensa”, cuenta Juanra.

A la par de este intenso trabajo, desde bastante antes se iba manifestando también la vocación musical del hijo. “Mi familia de parte de mi mamá es una familia muy ligada a la música. Tengo primos, los González, que viven en Luque y son músicos, es una familia musical. Aprendí con ellos a los 10 años a tocar guitarra. Y desde antes mi mamá me incentivaba a cantar en la iglesia, por ejemplo. Empecé ahí y luego cuando era ya adolescente, a los 15 años comencé a estudiar guitarra clásica con el profesor Jacinto Matiauda. Estudié varios años, luego pasé a la eléctrica”.

Rápidamente, el joven Juan Ramón fue interesándose por vivir de la música, y particularmente por la docencia. “Más tarde, a los 18 años, terminé el colegio y no había ninguna carrera que me interesara. Ya tenía dentro mío que quería hacer música, que a quería dedicarme a eso. Y no sabía cómo se podía estudiar más. A través de revistas y demás fui aprendiendo, me interesó la docencia también y descubrí que afuera había escuelas de música”.

De las clases a domicilio a Breakthoven

Los primeros pasos en la docencia fueron dando clases a domicilio. Juanra iba en colectivo llevando su guitarra eléctrica y su amplificador, a las casas de los alumnos. El músico notó que existía muy poca información acerca de lo que a el le interesaba: guitarra eléctrica, amplificadores, pedales y las diferentes técnicas para tocar rock, blues y jazz, así que se decidió él mismo a transmitir los conocimientos a los que podía acceder.

“Me interesó la docencia porque en lo que yo estaba interesado también nadie enseñaba, y nadie sabía. Notaba que era una necesidad transmitir aquello que yo estaba aprendiendo, entonces desde temprana edad me dediqué a enseñar”, cuenta.

De dar clases a domicilio y luego en su casa, vino luego el gran salto a tener su propia escuela de música. Breakthoven se fundó en el 98 y fue la primera institución de su tipo en el Alto Paraná. Un lugar de acceso para literalmente cientos de niños y jóvenes a la cultura del rock, blues y jazz: los instrumentos eléctricos, la distorsión, el ensamble de canciones.

Reciclaje, Expresiones y… ¡Frecuencia Trio!

A la vez de consolidarse como docente, Juan Ramón también supo hacer parte de bandas de rock y fusión que dejaron huella en la escena esteña, como Reciclaje y Expresiones. Sin embargo, un hecho poco conocido es que Juanra, en sus inicios, también probó suerte con distintos estilos musicales, siendo por un breve periodo guitarrista de la afamada banda local de cumbia Frecuencia Trio.

“Yo me di cuenta que el mundo profesional de la música en Paraguay estaba en la cumbia. Entonces entré a tocar un mes con Frecuencia Trio. Y era muy loco porque vos en un fin de semana tocabas en 4 lugares, o a veces en una sola noche. ¡Ibas con un frio de pelar primero en un local a las 10 de la noche, después en otro a las 12, a las 3 y luego las 5 de la mañana!”, cuenta el guitarrista.

“Ensayábamos casi todos los días. Yo no escuchaba cumbia, escuchaba rock, música clásica y eso, y en una semana tuve que aprenderme 40 temas de cumbia. Aparte de aprender a moverme en el escenario con los muchachos. Fue un gran aprendizaje. Y salí rápido porque me di cuenta que no era para mí. Prefería dar clases antes que hacer esa rutina. Entré y me enteré de lo que significaba, y vi que no me dejaba tiempo para estudiar, que era lo que yo quería. Eso fue antes de abrir mi escuela”.

Filarmorock: acercando la música popular a la clásica

Juan Ramón estudió dirección orquestal en Buenos Aires y se recibió en el 2014. Y desde entonces empezó a hacer conciertos como director. “Primeramente hacíamos música paraguaya y música sinfónica europea, compositores universales, Mozart, Beethoven. Pero en un momento me di cuenta que nuestra gente no está conectada con ese tipo de música. Porque bueno, no se siente identificada porque nunca escuchó, no conoce. Entonces lo que hice fue pensar en la manera de conectar y expandir el gusto por ese género de música, y pensé que sería más cómodo entrar por el lado del rock”.

Así nació Filarmorock, un proyecto que realiza canciones rockeras en versiones sinfónicas, “como una solución, para que la gente entendiera y pudiera consumir una música orquestal trabajada, pero con un repertorio rockero. Aparte ya se hacía eso en otras partes del mundo”, explica Juanra.

“Filarmorock se creó también con el objetivo de dar una batalla cultural, de llevar la música a los colegios, llevarla a los chicos, a los niños. Y hacer participar en los eventos a toda la comunidad, a la ciudadanía en general, no solo a algunos. Que se sientan identificados también. Porque si vos querés que se escuche un género musical, vos tenés que empezar a educar, principalmente a los niños”.

¿Qué se necesita para ser un músico virtuoso?

Juan Ramón Vera fue muy admirado y reconocido en su momento como virtuoso de la guitarra, además de compositor y arreglador. No pudimos resistirnos a preguntarle: ¿Qué se necesita para llegar a ser un virtuoso en tu instrumento?

“La gran pregunta de la vida es ¿qué querés? ¿Qué querés de tu vida? ¿Qué querés para tu banda, para tu sonido? ¿Qué querés de vos? Entonces, ser un virtuoso o ser un buen guitarrista depende de tus parámetros. Por un lado, podés montar una buena banda, del estilo que fuere, y hacer bien lo que vos hacés, tocar guitarra, piano. Y tus expectativas van a ser llenadas”.

“Ahora, si elegiste que querés ser un Steve Vai, o un Chick Corea, ahí tu compromiso y el tiempo que le dedicás tiene que ser redoblado. Es como en el fútbol. Hay gente que tiene mucho talento, y nace y ya chuta la pelota y mete los goles. Y hay gente que no. Hay gente que necesita dedicarle tiempo, como yo necesité, yo llegué a tocar 12 horas por día. Entonces es eso. ¿Querés tocar rápido? Dedicale al menos una o dos horas por día a la púa”.

Actualmente, Juan Ramón busca dedicarse principalmente al trabajo de productor musical. “Estoy empezando a trabajar en Foz de Yguazú como productor, y quiero hacerlo en todo el Brasil en general. Empecé a producir artistas en Foz, y a hacer arreglos también. Busco llevar mis conciertos allá, dirigir orquestas, no solamente en Foz sino en todo el estado de Paraná”. Reciclaje también sigue activa tras su reunión, trabajando en proyectos que aún no puede revelar. Lo seguro es que seguiremos escuchando hablar de el y su batalla cultural, tanto en el campo nacional como internacional.

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