
En entrevista exclusiva con El Urbano, el profesor Juan Ramón Vera González, fundador de la Orquesta Filarmónica de Foz do Iguaçu (OFFI), comparte su visión y pasión por la música como herramienta de unión y transformación cultural. A través de la OFFI, busca acercar la música orquestal a la comunidad de Foz do Iguaçu, destacando el papel fundamental de la colaboración, el bienestar emocional que ofrece la música y el futuro prometedor de proyectos que pretenden conectar aún más a las personas con el arte. Su mensaje resuena con profundidad, invitando a todos a experimentar la bendición de hacer música y a seguir las próximas actuaciones y eventos de la orquesta.
La Orquesta Filarmónica de Foz do Iguaçu (OFFI) emerge como un nuevo faro de cultura y música, bajo la dirección y fundación de Juan Ramón Vera González, junto con la valiosa colaboración de músicos locales como Rosely Braz Venancio y Livia Aruquipa.
«Hacer música orquestal me deja muy feliz; es una de las actividades que más me emociona», confiesa el profesor Juan Ramón Vera González en una entrevista exclusiva con El Urbano.
Como fundador de la Orquesta Filarmónica de Foz do Iguaçu (OFFI), su pasión por la música trasciende las notas y se convierte en un puente que une culturas, historias y corazones en una de las ciudades más emblemáticas de Brasil.
«Es realmente maravilloso pues será provechoso para acercar a los grandes compositores a sus ciudadanos como así también para llevar música desde la tierra de las cataratas al mundo», reflexiona Vera González sobre la importancia de la orquesta en el tejido cultural y social de Foz do Iguaçu.
La OFFI, que recientemente capturó la atención pública con sus audiciones y ensayos, es el resultado de meses de preparación y la pasión compartida de músicos que buscan hacer de la música orquestal una experiencia accesible y enriquecedora para la comunidad.
El proceso de audición, diseñado para medir el nivel actual del conjunto y determinar los pasos a seguir hacia sus objetivos, destacó la importancia del trabajo en equipo en la música orquestal.
«Lo gratificante es las ganas que tienen los instrumentistas de hacer música; hay un entusiasmo generalizado y, a diferencia de otros lugares, no vi hasta ahora el sentimiento de competencia insana que suele aparecer», comenta Vera González, destacando la armonía y el compañerismo.
Este proyecto promete llevar beneficios más allá de la sala de conciertos, ofreciendo a la comunidad de Foz do Iguaçu una fuente de bienestar emocional y mental a través de la música. El profesor subraya el impacto positivo de la música en la vida cotidiana: “La escucha de música instrumental, en donde los 3 elementos básicos de la música, armonía, melodía y ritmo, y en el caso de la música de orquesta, se suma el timbre, interactúan entre sí, ofrece muchos beneficios, primero porque conecta con lo humano, y segundo porque genera beneficios tales como manejar mejor el estrés, conciliar el sueño y mejorar la concentración, beneficios que en estos tiempos en que el excesivo uso de la tecnología va afectando prácticas simples como prestar atención o guardar silencio es realmente de mucho provecho y la existencia de un organismo que ofrezca esta experiencia sonora será muy beneficiosa para cualquier comunidad”.
Con un futuro lleno de proyectos emocionantes, Juan Ramón Vera González mira hacia adelante con optimismo, esperando compartir su amor por la música con aún más personas. Su mensaje para aquellos que se sienten atraídos por el mundo de la música es profundo y alentador: «Hacer música es una actividad siempre gratificante, yo diría que es una bendición».
Vera González vislumbra a la OFFI como un puente cultural, presentando tanto obras clásicas europeas como composiciones sudamericanas y locales, en un esfuerzo por promover la diversidad musical y conectar a la ciudadanía con su rica herencia cultural.

Una anécdota compartida por Vera González ilustra la sinergia única requerida en una orquesta: el delicado equilibrio de sonidos, donde la ausencia de un solo instrumento puede alterar la armonía colectiva. Esta metáfora musical resuena profundamente con la visión de la orquesta como una entidad donde cada miembro contribuye esencialmente al conjunto.
Mirando hacia el futuro, Vera González está entusiasmado con los proyectos venideros y espera aportar su vasto conocimiento y experiencia para enriquecer el paisaje musical de la región trinacional.
Su mensaje para aquellos interesados en la música es claro: «Hacer música es una actividad siempre gratificante, yo diría que es una bendición y pues a través de la música uno se conecta consigo mismo y con el universo, pero también por esta misma conexión uno tiene la gran responsabilidad, de llevar esa magia a la vida de otras personas, hecho nada fácil hoy en día, pues , para disfrutar de los colores, matices y texturas que hacen parte de su estructura que hacen partes de la música orquestal, la escucha debe venir acompañada de guardar silencio y prestar atención, y esto en un mundo viciado en lo inmediato, en lo efímero y en lo explosivo y viral, no es tarea fácil».
Para aquellos interesados en seguir la evolución de este proyecto y las próximas actuaciones, Vera González invita a seguir tanto sus redes sociales personales como las de la Orquesta Filarmónica de Foz do Iguaçu.
Con eventos y celebraciones en el horizonte, como el décimo aniversario de la Orquesta Filarmónica Alto Paraná, la música promete seguir siendo un pilar de unión y expresión en la región, demostrando una vez más que la música tiene el poder de unir a las personas, trascendiendo fronteras y construyendo puentes entre corazones.
Lea más: Juan Ramón Vera: Historia de un incansable trabajador cultural