Sonidos de la Tierra es un programa de emprendedurismo social de la organización no gubernamental Tierranuestra, que llega a niños, niñas y adolescentes de la capital y de 17 departamentos del país a través de 70 escuelas comunitarias. Por medio de la música, busca desarrollar habilidades para la vida y cultivar buenas prácticas ciudadanas en comunidades en situación de vulnerabilidad de Paraguay.
La pandemia global por la COVID-19 ha obligado a Sonidos de la Tierra a buscar nuevos instrumentos para la educación – ya no solo musicales, sino también tecnológicos – que permitan impartir clases virtuales. Debido a que una gran cantidad de familias no disponen de recursos ni de acceso a internet, la participación de los niños, niñas y adolescentes en las escuelas comunitarias de música se redujo al 50 %, la mitad, el año pasado.
En respuesta a esa situación, Tierranuestra impulsó en 2020 el proyecto Angirũtech “Creá conexión para la educación”, con el fin de colectar celulares inteligentes, tabletas y computadoras para que los participantes del Programa Sonidos de la Tierra pudieran acceder tanto a sus clases de música como a las clases a distancia del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).
Germán Rojas, director ejecutivo por Paraguay, Bolivia y Uruguay ante el BID, afirmó que “tan solo aportamos la voluntad de crear condiciones para un futuro mejor a quienes va dirigida esta iniciativa, que ojalá se expanda y se multiplique en base a la buena experiencia que pueda resultar de este proyecto”.
Por su parte la directora de Tierranuestra, Lucha Abbate, señaló que la cantidad de alumnos no inscriptos a las clases de música a distancia de Sonidos de la Tierra son los mismos excluidos en el sistema educativo formal: “Con Angirutech, buscamos disminuir esa inequidad. Con cada donación recibida, un niño o niña no queda atrás, y hoy un celular en la familia marca la diferencia, por lo tanto el aporte del BID contribuye enormemente a esta causa”.