Los jóvenes se capacitaron el viernes 14 y el sábado 15 de abril sobre las observaciones que deben realizar en el día “D” y las responsabilidades de cada uno. La jornada del 30 de abril para los observadores tendrá tres momentos: el primero consiste en la observación de apertura de las mesas, su conformación y seguimiento de protocolos de sustitución de miembros; presencia de veedores; llenado de actas; y disposición del cuarto oscuro, entre otros.
El segundo momento, en la observación de los establecimientos de votación, registrándose la recepción de electores, indicadores de libertad de la persona votante para sufragar con el debido secreto y la existencia de propaganda electoral en el local de votación. El tercer momento consistirá en la observación del cierre de mesas, también al seguimiento de los protocolos dispuestos para ese proceso y la existencia de incidencias, así como el registro de los resultados para la chapa presidencial.
Cuidando la democracia
Según los detalles, la jornada tendrá tres franjas horarias: 6:00 a 7:00 horas; 7:00 a 9:30 horas; y 15:30 a 20:00 horas aproximadamente, sumando así 8 horas de observación. Cabe destacar que, se realizará el pago de viático y el reembolso de pasaje por la capacitación.
La intención es promover la construcción de una ciudadanía universitaria activa, crítica, organizada para avanzar hacia el desarrollo basado en la democracia.
Este trabajo se realiza en el marco de una alianza en el marco de la Misión de Observación Electoral Nacional y Ciudadana impulsada por la Plataforma SAKÂ – Iniciativa para la Transparencia Electoral de la que forma parte DECIDAMOS. El acuerdo entre la UNE y Decidamos, fue entregado el 14 de marzo pasado.
SAKÃ lamentó la decisión del TSJE de no otorgarle la acreditación como organización de observación electoral y agradeció las múltiples muestras de apoyo y solidaridad expresadas en el país y el exterior.
Expresaron que aunque la disposición del TSJE no impide el trabajo de SAKÂ, “genera un ambiente disuasorio para la participación ciudadana y el ejercicio de los derechos políticos, representa un retroceso en las prácticas electorales alcanzadas desde la transición y sienta un precedente negativo para la transparencia de los comicios en Paraguay”.