El Instituto Nacional de Estadística (INE) recibió 43 millones de dólares, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para la realización del Censo Nacional, que se implementa cada 10 años en Paraguay. Este levantamiento de datos es clave para el diseño de políticas públicas por parte del Estado Paraguayo, a fin de garantizar derechos a todos los sectores de la población.
En esta edición del Censo Nacional se aplicó un cuestionario que fue criticado por organizaciones, activistas de derechos humanos y ciudadanos/as, por carecer de preguntas que permitan visibilizar comunidades enteras y carencias básicas.
La Red Paraguaya de Afrodescendientes (RPA) emitió un comunicado público donde expresaron su “gran preocupación por la poca iniciativa por parte del Estado para obtener información sobre las personas afrodescendientes en Paraguay”. Indicaron que están “alarmados por la persistencia del racismo y la discriminación racial estructural, conforme a lo que mencionan las autoridades del INE”.
Insistieron en que “la invisibilidad estadística es parte de las acciones discriminantes y racistas que afectan de manera sustancial a la efectividad de derechos de los afrodescendientes en el que se predica ser un país pluriétnico y pluricultural”.
El cuestionario no tenía preguntas relacionadas a la nacionalidad de las personas, migración, identidad de género, orientación sexual, además de otras formas de convivencia fuera del formato de familia bajo la figura de “jefe o jefa de hogar”.
Las personas trans tampoco pudieron ser registradas por las limitaciones del cuestionario, según denunció Yren Rotela, activista por los derechos humanos de las personas trans y coordinadora de Casa Diversa. “Una verdadera vergüenza es el formulario del censo, está cargado de violencia, estigma, exclusión y discriminación. El censo 2022 es una pena, una vergüenza total, una invisibilidad total de la población trans, travesti. Una vez más el Estado Paraguayo no contará con datos reales de la situación trans, una vez más nos matan en vida”, afirmó desde su cuenta en redes sociales.
Así también, personas vinculadas a agrupaciones rescatistas de animales y mascotas, lamentaron la falta de preguntas relacionadas a la cantidad de animales por familia o vivienda. “Solo me queda decir que el día que algún censo me pregunte por animales existentes en la familia, será el más memorable censo de mi vida. Ojalá algún día piensen en eso con miras a políticas públicas en relación a ellos y a la salud pública en general”, afirmó Celeste Florentín Aponte.
Por su parte, Denis Cantero, ciudadano franqueño, reclamó la falta de preguntas relacionadas a migración, transporte público y jubilación. “Ya me censaron y cuestino algunos puntos: 1. No había preguntas sobre la migración al exterior, de un integrante de la familia, en los dos últimos años, si mal no recuerdo, en el censo de hace 10 años (en el cual trabajé), estaba eso en el cuestionario. 2. No había preguntas sobre uso de transporte público y acceso al mismo. Tendremos que esperar otros 10 años para tener esos datos? 3. ¿Seguro médico? ¿Jubilación? ¿Dónde vamos cuando nos enfermamos? Acá nos enfermamos y sobrevivimos gracias a polladas. Son datos que importan”, afirmó.
Recuperación de datos y continuidad del censo
El director nacional del INE, Iván Ojeda, habló de un 90% de viviendas encuestadas. Sin embargo, la cantidad de reclamos ciudadanos en diversos puntos del país indicaría que la cobertura fue menor.
En conferencia de prensa, las autoridades reconocieron que hubo una deserción de censistas, que tuvieron que ser reemplazados a última hora, entre otras dificultades. Se anunció que el censo continuará durante las próximas dos semanas, sobre todo en zonas rurales y comunidades indígenas.
Las personas que no fueron censadas, deberán registrarse en un formulario habilitado para el efecto y marcar cita llamando a los números habilitados por el INE.
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