Las presentaciones en la tarde de este jueves, dentro del Congreso organizado por la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC), se centraron en cómo las empresas pueden utilizar la tecnología para promover prácticas sostenibles, optimizar la experiencia emocional de sus miembros y generar un impacto positivo en la sociedad.
Fernando Zárate Fontanella, gerente de Infraestructuras de TI para México, Centroamérica y el Caribe de ManpowerGroup, mencionó que el 45% de los colaboradores en empresas de nuestra región buscan nuevas oportunidades laborales o están abiertos a buscarlas, mientras un 28% está listo para salir y no tiene puesta la camiseta de su organización. En tanto, un 17% planea quedarse, aunque está abierto a nuevas posibilidades.
Citó además a expertos de recursos humanos, quienes aseguran haberse creado la Generación C (personas conectadas), con un promedio global de conexión de seis horas diarias, siendo América Latina la región donde se llega incluso a ocho horas y media al día. Con esto, según mencionó, es innegable el agotamiento digital con avasallamiento de la estadística.
Frente a ello, propuso volver “a lo que nos hace humanos, e implementar tres principios para contrarrestar la fiebre de la digitalización: comunicar, cuidar y crecer”. Agregó que entre los beneficios del equilibrio digital están la flexibilidad laboral, el desarrollo profesional y la capacitación, los portales de apoyo para la salud mental, la reducción de los tiempos y la sostenibilidad ambiental.
Colaborador comprometido
Para hablar sobre el costo emocional del colaborador comprometido, Mercedes Argaña, consultora especialista y cofundadora de Vitalitas, aseguró que la seguridad psicológica es la condición en la que nos sentimos seguros para aprender, colaborar e innovar, sin temer que eso sea juzgado o ridiculizado.
Para favorecer la seguridad psicológica, tenemos que respetar a las personas mediante la seguridad de inclusión, de aprendizaje y de contribución”, refirió la experta.
Andrés Silva Chaves, cofundador de Okara, aseguró que la innovación es un proceso de colaboración, más que un momento de genialidad; mientras que el aprendizaje es un recuerdo que tiene la inteligencia humana para adaptarse a la realidad y resolver los desafíos que ahí se presentan.
Mientras que Leticia Pfannl, chief executive officer de Sodep SA, destacó que las llamadas metodologías ágiles tienen un manifiesto que se plasma en cuatro puntos: valorar a los individuos y sus interacciones por encima de procesos y herramientas; un software funcionando por encima de la documentación extensiva; la mayor valoración de la colaboración con el cliente antes que la negociación de un contrato; y una mayor valoración de la respuesta ante el cambio, que seguir un plan.
Consumo consciente
En el panel sobre consumo consciente, Anahí Brítez, directora de Asuntos Corporativos y Legales de Cervepar (Paraguay), comentó sobre uno de los pilares de la compañía: el packaging circular, cuyo gran objetivo que tiene la misma para 2025 es llegar a que el 100% de los productos cuenten con envases reciclables o reciclados en un porcentaje mayor al 50%.
En tanto que Darmy Martínez Larroza, subgerente de Asuntos Públicos, Comunicaciones y Sustentabilidad de Coca-Cola (Paresa), señaló que “construir un mundo sin residuos es un desafío que no se puede abordar solos. Nuestras iniciativas son articuladas con todos los sectores, con proyectos que involucran al sistema, visibilizan a la cadena de valor del reciclaje, a los residuos como elemento de valor económico, y al trabajo de los recicladores de base como actores fundamentales para potenciar la economía circular”.
Por su parte, Horacio Ruidias, cofundador y propietario de DespenCERO, sostuvo que casi todo lo que tiene que ver con el consumo consciente es incómodo de pensar, hablar y hacer. “El desafío es repensar todo y volver muchas a veces a prácticas más sanas y también más antiguas que habíamos dejado atrás; con el fin de vernos como los administradores que tenemos una responsabilidad, para las generaciones que van a venir”, enfatizó.
El XIV Congreso Internacional de Responsabilidad Social Empresarial y Sostenibilidad, organizado por la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC), inició con el objetivo de promover el papel de las empresas como agentes de cambio positivo. Conscientes de que su responsabilidad va más allá del éxito económico, las empresas y organizaciones participantes buscan impulsar transformaciones que impacten en el medio ambiente y mejoren la calidad de vida. Este evento representa un espacio de reflexión y colaboración para generar ideas y estrategias que impulsen la responsabilidad social empresarial en beneficio de la sociedad y el planeta.