Y pasó nomás. Primeramente, se hizo el mayor accionista de su red social favorita (invirtiendo de por medio US $2.900 millones). Apenas 21 días después, Elon Musk compró totalmente Twitter.
La plataforma digital anunció la venta en un comunicado de prensa este lunes, luego de varios días donde Musk hiciera pública su intención de la compra. “Twitter tiene un potencial extraordinario. Yo lo desbloquearé. Espero trabajar con la empresa. y la comunidad de usuarios para desbloquearlo”, añadió el empresario en la carta que remitió al consejo de administración.
El magnate sudafricano, dueño también de Tesla (la compañía de automóviles eléctricos) y Space X (compañía aeroespacial que quiere llevar al ser humano en Marte) plantea implementar un algoritmo abierto para aumentar la confianza, la edición de tuits, la eliminación de ‘bots’ y un sistema de suscripción.
Como bandera de todo ello, Musk promete la libertad de expresión como base fundamental de la red social.
“Espero que hasta mis peores críticos permanezcan en Twitter, porque eso es lo que significa la libertad de expresión”, twitteó Musk el mismo día de la compra. “La libertad de expresión es la base de una democracia que funcione, y Twitter es la plaza pública digital donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad”, agregó el magnate.
Sus avisos sobre la libertad de expresión han generado polémica y están dando de qué hablar en redes, porque mientras para algunos es algo necesario (debido al poder de estas plataformas), para otros, esto podría disminuir filtros de presuntos discursos de odio.