InicioReseñaEl Tigre Blanco: entretenida y cuestionadora

El Tigre Blanco: entretenida y cuestionadora

Si hay algo que Netflix nos entrega es cantidad y más que nunca este año, donde anunció el lanzamiento de una producción propia cada viernes, algo sin precedentes en la corta historia del entretenimiento vía streaming, pero no todo son películas simplemente haciendo números, por suerte. 

El 22 de enero la plataforma de la N roja nos presentó “Tigre Blanco”, del título original  The White Tiger, inspirado en el libro del mismo nombre y de origen Indio, porque uno de los buenos puntos que tiene Netflix es que su expansión llegó a tanto que fácilmente puede estrenar una producción extranjera sin problemas, punto que aún falta a su competencia.

Pero hablemos de que trata este trabajo, Balram Halwai (Gourav) es quién en la película narra su ascenso épico y cargado de humor bien oscuro de campesino pobre a empresario exitoso en la India moderna. Astuto, ambicioso y como diríamos nosotros, “bien caradura”, nuestro joven  se abre camino para convertirse en chofer de Ashok (Rao) y Pinky (Chopra-Jonas), que acaban de regresar de Estados Unidos. La sociedad ha entrenado a Balram para ser una sola cosa, un sirviente, por lo que se vuelve indispensable para sus ricos amos. Pero después de una noche de traición, Balram se rebela contra un sistema manipulado y desigual para levantarse y convertirse.

El guion a cargo de Ramin Bahrani es uno de los puntos flojos, presentando algunos huecos, pero que pasan desapercibidos con la penetrante música de Danny Bensi Saunder Jurriaans y la instransica fotografía de Paolo Carnera.

La dirección, también de Bahrani, fusiona muy bien todos los elementos, entregando una historia hasta larga para las más de dos horas que dura, pero super entretenida por todo lo que muestra en pantalla, con paisajes increíbles y sonidos atrapantes.

Por su parte el reparto brilla de forma destacada con los amos principales interpretados por  Priyanka Chopra y  Rajkummar Rao y el protagonista principal, Adarsh Gourav, quien prácticamente impone lectura corporal y la ingenuidad necesaria para transmitir lo que es, una víctima de un mundo desigual que se levanta contra todo lo impuesto desde que nació.

Adentrándonos un poco en la historia, además de la desigualdad El Tigre Blanco fácilmente, nos hace reflexionar sobre otros temas que vienen de la mano, como la conciencia de clases, la meritocracia, la igualdad de género y hasta se atreve a pronosticar un poco el futuro de la economía mundial. Sin dejar de mencionar sus obvias influencias como la surcoreana Parásito o Quien Quieres Ser Millonario?, co producida también en India.

Si bien el guión deja sin solucionar algunos puntos  de la trama, esta película es totalmente válida para pasar el tiempo con calidad y un mensaje concreto, cuestionando diversos ámbitos de nuestras vidas, como la familia, la educación, las oportunidades y hasta las creencias. 

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