InicioCulturaConocé la historia de Solunático, banda precursora de Revolber

Conocé la historia de Solunático, banda precursora de Revolber

“Solunático se da allá por el… uhh, exactamente no me acuerdo. Entre el 96 y 97. Por ahí comienza” empieza diciendo Juampa Ramírez. Por el tiempo transcurrido, las fechas y detalles técnicos son algo difusos. También escasean los registros fotográficos – o de cualquier otro tipo – que den cuenta sobre la existencia del cuarteto (es por eso que nuestra foto de tapa es una de Revolber circa 2004, que incluye a 3 de los 4 integrantes). Sin embargo, en la memoria principalmente de los seguidores y amigos de la banda, es un recuerdo intenso, símbolo de una época más inocente, y también muy arraigado a la memoria del propio barrio en sí. Eso era Solunático.

Formado por Gustavo “Vincha” Lopez en batería, Juampa Ramírez en bajo, José “Polla” Taboada en guitarra y Diego “Fifo” Fernandez en la voz, el inicio del cuarteto es similar al de muchos: el de los amigos que se juntaban a hacer cualquier actividad relacionada con la música, aún antes de tener los instrumentos en sí. “El PC era la casa de Gustavo, El Vincha. Inclusive cuando no teníamos ni instrumentos ahí nos reuníamos, y ya compartíamos, con José Taboada, con Diego “Fifo”. José era el más destacado ahí, ya que tocaba la guitarra. Hasta que un día Gustavo se compró una batería, y ahí empezó todo”, relata Juampa.

Seattle a full

En cuanto al estilo del grupo, existen diferentes visiones y perspectivas, dependiendo de a quién la preguntes: fan, amigo o integrante. El de Solunático era un sonido sucio, distorsionado y más bien rápido, por lo cual muchos lo asociaban con el punk rock. No obstante, Juampa cuenta que lo que consumían los integrantes tiraba más hacia todo lo que venía en ese momento del noroeste norteamericano.

“Eran los 90, Seattle a full. Pero a la vez cada uno tenía sus propias influencias. Diego era más clásico, más ecléctico en sus gustos, ya que con el resto de la banda estábamos muy enérgicos con todo lo que salia de Seattle: Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden, Mudhoney, consumíamos mucho”.

Una banda con su propia barra brava

Mencionamos anteriormente el gran sentido de pertenencia con el barrio que tenía Solunático. Esto, obviamente, se trasladaba a los toques en vivo. “Todos los miembros del grupo éramos del Área 5, y en el barrio había muchas personas, conocíamos todo el barrio prácticamente. Y en esa época estábamos en la barra del Club Cerro Porteño de Área 5, se formó la Brigada 5. Y la Brigada 5 prácticamente era la hinchada de la banda también”, recuerda Juampa. El popular Cerro de Franco, o Cerro’i, fundado en 1967 y que tuvo un paso fugaz por la Primera División paraguaya en los años 2012 y 2013, en ese entonces tenía una hinchada bastante numerosa.

 “Cuando tocábamos estaban todos los perros ahí también. Pegaba mucho, ya que en esa época de adolescentes, se solía meter 10 personas, 15, si llegabas a meter 20 en algún show era una locura ya. Y con la barra siempre había 30, 40, 50 personas para arriba y eso. Eso pegaba y nos entusiasmaba mucho. Solunático era una banda con su propia barra brava”.

Detalle de una remera de Solunático. El baterista Gustavo López es uruguayo y contaba con un pequeño “club de fans” de la banda en Montevideo

“Y así se empezaron a dar shows. En la época el lugar mítico era tocar en los festivales que hacía la heladería Mita’i. Y un lugar así sagrado prácticamente era Salamandra, del amigo Pato. Donde organizaba conciertos e inclusive empezó a llevar bandas asuncenas, Dokma y compañía, que ya sonaban en la época. Ese era nuestro lugar de ir a ver shows. Nos íbamos en barra del Area 5”.

El final de Solunático, el comienzo de muchos otros caminos

El cuarteto no llegó a editar oficialmente un material, aunque sí entró a estudio a registrar varios temas. “Los nombres eran muy locos. Me acuerdo de un tema que se llamaba “Muerte Fria”. Era un rocanrol con mucha influencia rockera argentina, los Ratones, Guasones y todo eso. Otro tema se llamaba “El Más Allá”, que era algo ya más noventoso, algo más contemporáneo de la época”.

Justamente “El Más Allá”, rebautizado simplemente con las siglas “E. M. A.”, fue regrabado muchos años después por el guitarrista José “Polla” en el disco debut de su proyecto Este!, que sigue activo y frecuentemente toca la canción en vivo. Se destaca el gran trabajo de arreglos en las seis cuerdas de “Polla”, además de un muy buen solo, fiel al estilo “nirvanero” del guitarrista.

Pero por supuesto, el legado de Solunático, que se disolvió a finales de los 90, va mucho más allá de una canción. “Vincha”, Juampa y José se juntaron al vocalista Patrick Altamirano y el 1999 formaron Revolber. Además, cada uno de los integrantes participó de muchos otros proyectos: Gustavo López, luego de salir de Revolber, tocó en La Mortalito; José Taboada fue miembro de Vecindad Autopsia, Wocco, Stógeno, entre varias otras bandas; Juampa actualmente está en Bizarrasong.

“Fue sin duda un primer paso importante a lo que decidí dedicarme después” afirma Juampa sobre la importancia de Solunático en su trayectoria y aprendizaje personal. “Fue mi primera experiencia con una banda. Y lógicamente marcó eso, porque después de eso ya no quise dejar la música nunca más. Después de unos años ya vino Revolber, y de esa historia ya hablamos muchas veces (risas)”.

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