La música popular y el rock latinoamericano no sería lo que es hoy en día sin la inconmensurable vida y obra del artista del bigote bicolor. Ya desde Sui Generis junto a Nito Mestre a principios de la década de los 70 dio rienda suelta a toda la creatividad, tanto lírica como musical.
“Canción para mi muerte”, “ Rasguña las piedras”, “Confesiones de Invierno”, “Tango en Segunda”, “Botas Locas”… Cualquier canción del dúo inspiró a muchísimos jóvenes en Argentina y el cono sur con una prueba irrefutable: se pueden hacer grandes obras en español, sin nada que envidiar a la música angloparlante.
Dio provecho a su enigmático oído absoluto, una peculiar habilidad de identificar una nota por su nombre sin la ayuda de una nota referencial y/o de producir exactamente una nota solicitada («cantando») sin ninguna referencia. Charly forma parte del selecto grupo de músicos con esta capacidad, como Wolfgang Amadeus Mozart, Freddie Mercury, Brian Wilson (The Beach Boys), además de aproximadamente una por cada 10.000 personas.
A fines de 1975 el dúo se separa realizando un célebre mega-concierto doble en el icónico Luna Park, con más de 30.000 asistentes (una cifra impactante para la época). La complicada situación sociopolítica que se vivía en Argentina y los problemas de censura afectaron bastante a los artistas. Aún así, lograron lanzar canciones con claros mensajes dirigidos a los poderosos de entonces.
“Los intolerantes no entendieron nada
Ellos decían guerra, yo decía no gracias
Amar a la patria bien, nos exigieron
Si ellos son la patria yo soy extranjero”
Tras esta etapa, inició una corta pero creativa etapa bien asentada en el rock progresivo, con La Máquina de Hacer Pájaros. Allí, con integrantes de Los Gatos, Pescado Rabioso, Crucis y Los Abuelos de la Nada, formó un supergrupo con influencias de Genesis, Yes, Camel, Pink Floyd, Steely Dan, Elton John entre otros.
Sus dos discos son de lo mejor del género progresivo en nuestro idioma, y su canción “Hipercandombe” vuelve a hacer referencia a los horrores y paranoia generados por la dictadura cívico militar.
Serú Girán: “Los Beatles argentinos”
Tras el pase progesivo, García forma la que es considerada hasta hoy como uno de los mejores conjuntos en su época, por su alta calidad en lo musical, conceptual y escenográfico. No por nada fueron apodados “los Beatles criollos/argentinos”.
Serú Girán fue la primera en alcanzar y mantener la popularidad en su país en forma sostenida. Con récords de ventas y espectadores, consiguieron fusionar varios estilos, para alcanzar un sonido muy particular, característico de esa transición entre décadas.
“Seminare”, “Eiti Leda”, “La Grasa de las Capitales”, “Viernes 3 AM”, “A los jóvenes de ayer”, “Desarma y Sangra”, “Canción de Alicia en el país” (una oda a las metáforas y horrores de la dictadura)… Los fanáticos destacan esta era (desde 1978 hasta 1982) como su época más creativa y brillante. Lo cual es debatible debido a los discos apoteósicos que tuvo al inicio de su carrera ya como solista.
En el inconsciente colectivo
Si tuviéramos que repasar cada disco de García en este artículo, el mismo pasaría a convertirse en un libro de tanto que se puede destacar de cada uno. Desde “Yendo de la cama al living” hasta “Filosofía Barata y Zapatos de Goma” se dio la explosión artística del genio, y es consenso popular que sus seis primeros discos son obras maestras.
Cabe destacar sus colaboraciones con su ex compañero de Serú: Pedro Aznar, uno de los mejores bajistas del continente. Con él presentó dos discos exitosos: Tango (en 1986) y Tango 4 en (1991), de excelsa calidad cada uno.
A la fecha, Charly tiene 2.058.165 oyentes mensuales en Spotify, y muchos más en otras plataformas de streaming. En los últimos años y gracias a internet, toda una comunidad artística angloparlante va reconociendo su obra, quedándose boquiabiertos por lo que se lograba artísticamente en el continente americano durante los 70 y 80, pero que por el karma de vivir al sur no llegó a Europa.
Anécdotas de Charly
- Al medio día del 3 de marzo del 2000, Charly García salió de su cuarto, ubicado en un noveno piso del hotel Aconcagua en la ciudad de Mendoza, en Argentina. Subió a la terraza, se acercó al filo y se paró en un pequeño borde de unos 30 centímetros. Tenía puesto un vestido de baño rojo y en sus manos cargaba dos objetos: una repisa de madera para CDs con la cabeza de gato siamés y un inflable del gato Silvestre. Los arrojó uno a uno, la madera se destruyó en un costado de la piscina, mientras que el inflable cayó dentro de aquel cuerpo de agua de unos 12 metros de largo, 6 de ancho y 3 de profundidad. El cálculo estaba hecho… “No te tires”, gritó el bañero. Charly saltó.
- Empezó a estudiar piano en el Conservatorio Piazzini a los 4 años. El 6 de octubre de 1956 dio su primer concierto, a días de cumplir cinco años. En esa época, sus padres viajaron a Europa, y esa ausencia afectó su cuerpo y desarrolló vitiligo: le quedó la mitad de su cara blanca. He ahí el origen del bigote bicolor.
- El periodista Carlos Polimeni cuenta que en su departamento, Charly solía guardar miles de dólares debajo del colchón o en los bolsillos de los sacos. El periodista le sugirió depositarlos en un banco y el músico le preguntó a qué hora cerraban. “A las tres o cuatro de la tarde”, le contestó. “Jamás en mi vida estoy levantado a esa hora”, simplificó el pianista.
- Mientras Charly y Luis Alberto Spinetta presentaban “Rezo por vos”, en televisión, y entonaba con su ídolo “Y prendí las cortinas/ y me encendí de amor”, las llamas devoraban el cortinado de la habitación de su casa mientras su novia se bañaba.
- Charly tuvo un fuerte cruce con el periodista argentino Jorge Lanata. El comunicador le dijo: “Creo que hiciste grandes cosas y que después te empezaste a copiar a vos, y creo que te das cuenta”. A lo que el artista contestó: “Y yo pienso que vos sos un pelotudo”.
- El 24 de noviembre de 1987 fue la primera vez que Charly García se presentó por primera vez en Paraguay, en el Club Auténtico Colegiales y en plana dictadura militar de Alfredo Stroessner. Dado su historial, el gobierno de la época intentó prohibir su presentación de varias formas, y en la prensa salían artículos que buscaban dañar la imagen del artista. Un juzgado determinó que su música “no era apta para quinceañeros”. Un pecado mortal.
Por todos los discos, por las locuras y por hacer el mundo más colorido con la música… ¡Feliz cumpleaños Charly!