La obra dura 128 minutos y es dirigida y escrita por Jane Campion, cuenta con música de
Jonny Greenwood y fotografía de Ari Wegner, quienes nos transportan a una región inhóspita de la historia del viejo oeste norteamericano, con hermosos paisajes, sonidos tranquilos y planos que nos ofrecen una reflexión tranquila de cómo la convivencia puede ser difícil en un lugar así.

El reparto brilla y prácticamente se sostiene con las actuaciones de Benedict Cumberbatch y Kodi Smit-McPhee principalmente, aunque Kirsten Dunst, también hace lo tuyo como víctima de una violencia psicológica, algo poco retratado en el cine. Ya Jesse Plemons, si no entrega para nada uno de sus mejores trabajos, estando muy ausente.

El Poder del Perro nos ubica en Montana, en 1925. Los acaudalados hermanos Phil y George Burbank son las dos caras de la misma moneda. Phil es impetuoso y cruel, mientras George es impasible y amable. Juntos son copropietarios de un enorme rancho donde tienen ganado. Cuando George se casa con una viuda del pueblo, Rose , Phil comienza a despreciar a su nueva cuñada, que se instala en el rancho junto a su hijo, el sensible Peter.

La dirección de Campion ofrece un ritual tan poderoso e hipnótico como ligeramente abstracto y sonámbulo un viaje atávico al fondo de casi todo. Más que ver la película, el espectador es invitado a bucear dentro de ella.

Con un ambiente tenso y delicado, este western apuesta a algo muy particular, que con esta música, fotografía e interpretaciones, da como resultado algo espléndido con sentido y compleja sensibilidad mirando desde otro sitio.