
Más de 8 meses pasaron de la primera cuarentena total decretada en el Paraguay en el marco de los esfuerzos por contener el contagio del nuevo coronavirus, pero no fue hasta ayer que el presidente Mario Abdo Benítez firmó un decreto que establece el uso obligatorio de mascarillas en lugares públicos. El anuncio lo dio el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, durante una conferencia de prensa en la que también dieron a conocer las medidas de seguridad que se llevarán adelante en la ciudad de Caacupé durante el feriado del 8 de diciembre.
“Hoy (por ayer), el presidente ha firmado una ley que habla del uso obligatorio de mascarillas en lugares cerrados públicos y en lugares cerrados privados de uso público. Y también lugares abiertos, tanto públicos como privados de uso público, donde no se pueda guardar una distancia superior al metro y medio”, explicó el encargado de la cartera de Salud.
Según Mazzoleni, la medida se da “En el contexto de un anuncio científico que da cuenta de que el uso de las mascarillas ha sido promovido como una medida de protección a los demás”. El ministro declaró que el uso de tapabocas se utilizaba, más que nada, para proteger a otras personas de las gotitas de saliva que soltamos al hablar, toser o estornudar. “Ahora tenemos también evidencia científica que protege también a los que portamos la mascarilla”, señaló.
La medida, con la que se pretende frenar el repunte de casos de COVID-1 que registra nuestro país, entrará en vigencia a partir de este viernes. Junto a esta normativa, se mantienen las recomendaciones de lavado de manos frecuente y distanciamiento social. El ministro de Salud advirtió, sin embargo, que un desborde de contagios podría significar el establecimiento de una nueva cuarentena por fases.
A día de hoy, Paraguay registró un total de 77.891 casos del nuevo coronavirus, de los cuales 1677 tuvieron derivación fatal. A pesar de que continúan las restricciones y la crisis golpea a muchos sectores de la población, existe la amenaza de una nueva oleada que podría derivar en un nuevo retroceso y afectar aún más la economía del país y, en especial, de Ciudad del Este.