El centro comunitario Añua Róga y sede de la Asociación Callescuela en Ciudad del Este, celebró este viernes sus 5 años de existencia. El festejo contó con la participación de las madres, niños, niñas y adolescentes, quienes compartieron una merienda y presentaciones artísticas. El espacio se convirtió en un punto de referencia para la organización de la comunidad para prevenir violencias y acceder a derechos básicos como el agua potable.
La Asociación Callescuela está presente en Alto Paraná desde el 2012 y desde hace 5 años cuenta con un centro comunitario, Añua Róga (que significa hogar que abraza), en el barrio Santa Ana de Ciudad del Este. Allí funcionan las oficinas de esta organización de la sociedad civil, pero también se convirtió en un espacio de referencia para la comunidad, así como de otras organizaciones de derechos humanos, que encuentran allí un lugar seguro para reunirse y organizarse.
Callescuela desarrolla actividades de apoyo escolar a niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad social, gestiona centros de atención a la primera infancia, brinda talleres de formación a madres y promueve la participación protagónica de la niñez y la adolescencia, acompañando a la Coordinación Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores (Connats) en Alto Paraná.
“Añua Róga es un espacio de protección de los niños, niñas y adolescentes de la comunidad, un espacio donde las familias acuden de acuerdo a sus necesidades, es un espacio comunitario, donde la comunidad participa activamente. Usamos este espacio para reuniones, talleres formativos, encuentros comunitarios para gestionar agua potable, la canalización para evitar inundaciones, para abordar casos de violencia intrafamiliar, o alguna vulneración de derechos de infancias”, comenta Julia Cardozo, directiva de Callescuela.
Comentó que anteriormente, Añua Róga proveía agua potable a las familias que no tenían acceso a este derecho básico. A partir de esta situación, las familias se empezaron a reunir con acompañamiento de Callescuela y se organizaron para gestionar su propio pozo artesiano, que hoy es una realidad y beneficia a 50 familias.
“Consiguieron que Itaipú les ponga el tanque, pero el sistema de distribución se pagó con aporte de la comunidad. También se luchó por la canalización y empedrado. En 5 años, hemos tenido logros incentivando a la organización de las familias”, agregó Cardozo.
Callescuela también trabaja con familias de la comunidad rural Comuneros en Minga Guazú y con pobladores del km. 9 Monday, en Presidente Franco. En todas las comunidades donde están presentes, habilitaron centros de atención de primera infancia (CEPI) y en Añua Róga también funciona una ludoteca, que es abierta a todos los niños y niñas que quieran ingresar. Suelen visitar la ludoteca los niños del Hogar Santa Teresa y del Hogar Las Tías.