La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil fue la encargada de dar a conocer la noticia: Los primeros dos casos detectados en Latinoamérica de la nueva variante del coronavirus denominada ómicron fueron en el país vecino.
Las fuentes oficiales mencionaron que se trata de un hombre de 41 años y su esposa, de 37. Ambos volvían al país luego de un viaje a Sudáfrica, y tras hacerse las respectivas pruebas de covid-19 y la secuenciación genética por parte del Hospital Israelita Albert Einstein (centro médico de referencia en América Latina), se encontraron con la confirmación de la nueva variante.
“Ante el diagnóstico positivo, la pareja fue orientada a permanecer en aislamiento domiciliario. Ambos están bajo monitoreo de las autoridades sanitarias regionales y municipales de Sao Paulo, junto con sus respectivos familiares”, señaló la secretaría, añadiendo que los infectados presentan de momento síntomas leves.
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Un país bastante golpeado por la pandemia
Brasil ha sido uno de los países que más ha sufrido los embates de la pandemia. De momento se han contabilizado 22.1 millones de casos, que han dejado 615.000 víctimas mortales. Tras la confirmación de la noticia, el Gobierno brasileño tomó una serie de medidas: varias ciudades del país como Salvador, Belo Horizonte, Fortaleza, Florianópolis, Joao Pessoa y Palmas cancelaron sus fiestas de final de año debido a la aparición de la nueva cepa.
La aparición de esta peligrosa variante ha prendido la alerta a varios países del cono sur americano, que registra un ritmo lento de vacunación.
La Organización Panamericana de la Salud, encargada de monitorear la situación en la región de EE.UU, Canadá, Latinoamérica y el Caribe, ya ha pedido “precaución” ante el aumento de casos de COVID-19, especialmente en la zona sudamericana.
“En América del Sur, casi todos los países están notificando un aumento de la incidencia, incluso en el Cono sur. También se están notificando altas tasas de infección en el Caribe”, explicaban desde la conferencia de prensa semanal que organizan para abordar la situación en el continente americano.
Un dato interesante es que las naciones centroamericanas son las únicas que, de momento, no han registrado un aumento de casos positivos, sino todo lo contrario.
Sin embargo, el mayor problema es que la tasa de vacunación en la región sur del continente americano sigue siendo excesivamente baja, insisten desde la OPS.
“Si bien poco más de la mitad de la población de América Latina y el Caribe ya está completamente vacunada contra el COVID-19, hay 19 países que no han alcanzado las metas de la OMS de vacunar al 40 por ciento de la población para finales de 2021”, expresaron advirtiendo que, “a pesar de ello, se están levantando las medidas preventivas, incluso en lugares con una elevada densidad de población”.