Los ingenieros Ricardo Canese y Mercedes Canese conversaron sobre el impacto de la crisis del petróleo en Paraguay con Victorio Oxilia, ex Secretario Ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), PhD en Energía, docente e investigador. El diálogo se generó en el programa “Hablemos de energía”, emitido el domingo último por el canal virtual RTV Nuevo Paraguay y redes sociales.
La conversación inició con una introducción para comprender los alcances de la crisis actual del petróleo. Canese recordó crisis similares como la de Octubre de 1973, cuando se cuadruplicaron los precios del petróleo después de la guerra Árabe- Israelí, luego en el 1979 con la revolución Chiita en Irán y desde el 2000 cuando Hugo Chávez en Venezuela y otros exportadores de petróleo fueron subiendo los precios hasta que en 2008 se llegó a un pico de 140 dólares el barril.
“Ahora se está acercando a ese pico. En este momento, ¿es una crisis más seria? Este conflicto entre Rusia y Ucrania es un conflicto muy serio, donde su impacto en el campo de la energía es muy fuerte porque Rusia es un exportador muy importante, no solo de petróleo, sino también de gas natural y carbón. ¿Te parece que es una crisis que vino para quedarse? ¿Debemos pensar en reformas estructurales para nuestro país?”, preguntó Canese a Oxilia.
“El petróleo tiene un precio geopolítico”
Victorio Oxilia comenzó su exposición recordando que el precio del petróleo no se define por sus condiciones de producción, sino por factores geopolíticos. “El petróleo es una commoditie mundial cuyos precios son muy sensibles y muy volátiles. No hablamos de la estabilidad que pueden tener por ejemplo la electricidad, como en nuestro país donde descansamos en energía hidroeléctrica y limpia, sino en el mundo donde el petróleo tiene un precio geopolítico. No corresponde a los precios de extracción del petróleo, ni a los costos de producción. El petróleo se puede producir a 5 dólares, a 7 dólares, en los países árabes, pero está en este momento a 110, pudiendo llegar a los 120 o 130 dólares. Y los países importadores sufren los embates de esa volatilidad del precio”, comentó.
Y agregó: “Paraguay es un importador que enfrenta esa paradoja de exportar electricidad a precios muy bajos y estar prisionero de una importación total del 40% de la energía que se consume en el país, que son los hidrocarburos”.
Recordó que “el mercado petrolero es un mercado independiente de nuestras decisiones como nación, es un mercado global y muy sensible, que no corresponde a los gastos de producción, sino a precios geopolíticos”.
Con relación al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, Oxilia expresó: “La guerra entre Rusia y Ucrania, o más bien la OTAN, porque no hablamos solo de Ucrania sino de algo mucho más amplio y profundo. (…) Estamos hablando de un conflicto que coloca a un gran exportador y productor de petróleo como es Rusia, que compite con Arabia Saudi en producción y exportación de petróleo”.
Expresó que además de impactar en el precio del petróleo: “Este conflicto instala un debate serio en cuanto a la matriz energética a nivel global y la extrema dependencia de los hidrocarburos. También con relación a los temas de seguridad energética, esto sin entrar en una vertiente importante como es la cuestión geopolítica”.
La suba del combustible y lo que sí está en poder del Gobierno Nacional
El aumento de costos de importación de petróleo y su consecuente impacto en el precio de combustibles, moviliza a diversos sectores de la población preocupados por una economía cada vez más deteriorada.
Desde el Gobierno Nacional, se plantea un nuevo préstamo de 100 millones de dólares del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) para subsidiar el combustible y mitigar una eventual suba de hasta 1.500 G. que se estima en los próximos tres meses. Sin embargo, existen otras acciones que el Gobierno debería realizar, según los expertos.
“No hay una implementación clara de políticas públicas para escapar de la esclavitud o del vicio de los hidrocarburos. Llama mucho la atención eso en un país como este, donde hace más de 40 años se viene discutiendo el transporte eléctrico, el ferrocarril eléctrico. No es una cuestión improvisada que ahora surgió. Teníamos el tranvía eléctrico, para qué irnos tan lejos. Hemos retrocedido y no hay políticas públicas que se orienten hacia ese sentido de manera seria. Hay políticas enunciadas pero ¿qué pasa con la implementación? Hay capacidad de producción de biodiesel, somos grandes productores de etanol. Llegamos a 600 mil metros cúbicos por año de etanol que estamos exportando, que podemos mezclar con gasolina y se puede usar para vehículos diseñados especialmente para ello: biocombustibles. Tenemos que hablar de transporte sostenible. Eso tiene realmente es una omisión de parte del Gobierno”, expresó Oxilia.
Otro de los aspectos más preocupantes es la falta de regulación y control al precio de los combustibles que venden las gasolineras en Paraguay, según indicó.
“El control de esa cadena de combustibles es muy débil. Hay resoluciones del Ministerio de Industria y Comercio que dicen que el nivel mínimo de beneficio y ganancias es del 18%. La regulación es muy débil y también la fiscalización. Tenemos un oligopolio. Cuando los precios del petróleo suben, suben todos los combustibles y cuando baja el precio del petróleo, no bajan del todo. Es un negocio redondo en Paraguay vender combustible. La falta de implementación de políticas públicas, la regulación débil y falta de control al sector privado, son omisiones. Los precios internacionales no podemos controlar pero sí estas cuestiones”, indicó.
Transformar la matriz energética para no depender del petróleo y utilizar la energía que nuestro país produce requiere voluntad política y es un proceso que el Gobierno Nacional está lejos de iniciar.
Mientras tanto, el combustible sigue subiendo y ante esta situación, Oxilia recomendó: “Racionalizar el uso del vehículo, usar solamente cuando necesitamos, ir viendo con qué compañero podemos ir al trabajo. Usar transporte público aunque en muchas partes es muy malo e ineficiente”.
