InicioCultura41 años sin John Lennon: así fue su último día

41 años sin John Lennon: así fue su último día

Menos de un mes antes de su fallecimiento, el ex Beatle había presentado al mundo el que terminaría siendo su último álbum de estudio editado en vida: Double Fantasy.

Significaba la vuelta al ruedo para el músico, quien 5 años antes había puesto una pausa a su carrera artística para poder ver crecer a su hijo recién nacido Sean y para retomar su relación perdida con el primogénito Julian. Uno de los factores que lo motivó para volver a trabajar fue el sencillo de su mejor amigo, Paul McCartney, que llegó a escuchar en una radio: se trataba del tema “Coming Up”, del disco McCartney II


Todo pintaba un panorama prometedor para lo que se venía en la siguiente década de los ochentas. Pero el 8 de diciembre de 1980 tenía previsto algo diferente.

Aquella mañana parecía una jornada más de trabajo tanto para John Lennon como para su esposa Yoko Ono, quienes contemplaban los primeros rayos de sol sobre el Central Park de Nueva York. A cuadras del lugar, esperaba un joven de 25 años llamado Mark David Chapman, quien ya sabía lo que tendría que hacer horas después. 

Días antes llegó a la cosmopolita ciudad, y antes de aquel día paseó por la entrada del edificio Dakota en donde vivía su futura víctima.

John Lennon en su departamento del edificio Dakota, la mañana en que fue asesinado. Foto: Annie Leivovitz.

Aquella mañana Lennon tuvo una sesión de fotos para la revista Rolling Stones. Días atrás concedió una entrevista para dicho medio, en donde habló sobre su pasado Beatle, su feliz presente al lado de Yoko y lo que podría venir tras el lanzamiento de su nuevo disco. 

Aquella tarde fue a un estudio radial, en donde finalmente tuvo su última entrevista. En aquel encuentro, dejó una frase conmovedora: “O vamos a morir o vamos a vivir… Considero que mi trabajo no se terminará hasta que esté muerto y enterrado, y espero que eso sea en mucho tiempo”.

Antes de ir al estudio para seguir trabajando en un futuro proyecto musical (que terminaría siendo lanzado póstumamente con el nombre Milk and Honey), Lennon firma unos autógrafos a la salida de su departamento. Allí se encontraba Mark Chapman, quien le pasó una copia de su último disco. Fue el último autógrafo que dio John Lennon, y fue subastado en el año 2003 alcanzando un precio de 525.000 dólares, convirtiéndose así en el disco más caro en la historia.

Un fotógrafo captó este momento, y se puede ver el resultado en la foto principal de esta nota. Tras firmar “John Lennon, 1980”, se lo devuelve y le pregunta: “¿Eso es todo lo que quieres?”, pero Chapman no responde. Tras esto, va a cumplir con su jornada de trabajo hasta altas horas de la noche.

Mark Chapman, tras ser capturado luego de asesinar al ex Beatle.

Cerca de las 11:00 de esa noche, la limusina de Ono y Lennon llega frente al edificio. Yoko entra primero y lo sigue John, quien cargaba unos casettes y una grabadora. Chapman observaba la escena, y cuando lo tenía en la mira, gritó: “¡Mr. Lennon!”

John no pudo girarse completamente ante esta alerta sin antes recibir cuatro disparos. Dos tiros le dieron en el lado izquierdo de su espalda y dos más penetraron su hombro izquierdo. Las cuatro balas infligieron graves heridas, con al menos una de ellas perforando su aorta.

El guardia de seguridad estaba leyendo una revista, pero cuando ve a John tropezar, llama de inmediato a la policía. Yoko se tira por su marido y clama desesperada por un médico. El asesino se quita el abrigo que llevaba encima, para mostrar a la policía que no estaba más armado, y comienza a leer el libro “El guardián entre el centeno”, de J. D. Salinger.

Fue condenado posteriormente a cadena perpetua por este crimen.

Portada del Daily Mirror con la triste noticia.

Rápidamente cargan al moribundo artista en una patrulla de policía y lo llevan al Hospital St. Luke’s-Roosevelt, que quedaba a cuadras del edificio. Al llegar Lennon ya había perdido más del 80% de su sangre y prácticamente no tenía pulso. 

Aunque 7 médicos trataron por más de 20 minutos de salvar la vida del músico, los daños ocasionados eran inconmensurables. Lennon fue declarado muerto a la llegada a la sala de emergencias del Roosevelt Hospital a las 23:15, la causa de muerte se reportó como una hipovolemia.

Gritando de incredulidad, Yoko Ono se arrojó al suelo del hospital, golpeando violentamente su cabeza contra una pared. Ella trató desesperadamente de ahogar su dolor con dolor. Había escuchado las palabras que impactarían al mundo minutos después. “A pesar de todos nuestros esfuerzos por salvar a tu esposo no pudimos, y él murió”. Devastada, Yoko dijo “No, él no murió, está vivo”.

Dos días después, el cuerpo de Lennon es cremado, y sus cenizas fueron esparcidas por el Central Park de Nueva York, en donde hoy radica un pequeño mosaico que dice “Imagine”, en honor a una de las más grandes obras del artista.

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