“Es inaceptable que este grupo criminal (EPP) nos robe nuestra seguridad. Son tres años de no poder hablar con él, compartir con él y abrazarlo como siempre lo hacíamos; lo extrañamos tanto”, afirmó Beatriz Denis, hija mayor del ex vicepresidente, en una reciente declaración.
Oscar Denis, de 77 años, fue secuestrado el 9 de septiembre de 2020 en su estancia en el departamento de Concepción. Desde entonces, el EPP no ha proporcionado pruebas de vida, dejando a la familia Denis en un doloroso limbo.
No es el único caso, pues también están secuestrados el suboficial de la Policía Nacional Edelio Morínigo, desaparecido desde 2014, y el ganadero Félix Urbieta, raptado en 2016.
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Promesas vacías
Las autoridades paraguayas han tenido poco éxito en el avance de las investigaciones. Tanto el ministro del Interior, Enrique Riera, como el ministro de Defensa Nacional, Óscar González, se reunieron recientemente con las familias de los secuestrados y prometieron intensificar las acciones. Sin embargo, estas palabras no han sido seguidas de hechos concretos.
“Queremos encontrar a los 3 (Denis, Morínigo y Urbieta). Que ese 24/7 365 (lo prometido por el Gobierno) sea una realidad y no quede solamente en palabras”, mencionó Beatriz Denis.
El Gobierno ofrece una recompensa de 7.000 millones de guaraníes a cambio de información que conduzca a la localización de Oscar Denis, Edelio Morínigo o Félix Urbieta. Hasta el momento, este incentivo no ha resultado en información útil para las autoridades o las familias.
“Nos hubiese gustado dar una conferencia de prensa con papá y con los otros secuestrados; decir que gracias a los esfuerzos ya están con sus familias, pero la realidad es otra y nosotras seguiremos luchando. Seguiremos pidiendo ese resultado que hasta hoy en día no tenemos”, apuntó Beatriz Denis.
Oscar Denis, oriundo de Concepción, es un químico industrial y político que ocupó el cargo de vicepresidente de la República del Paraguay de 2012 a 2013, tras la destitución del entonces presidente Fernando Lugo.
A tres años de su desaparición, la familia Denis y todo el pueblo paraguayo esperan que el caso no quede en el olvido y que las promesas del Gobierno se conviertan finalmente en acciones concretas.